Alejandro Morera Soto – Historia – Equipo Liga Deportiva Alajuelense

«El fenómeno costarricense», así fue bautizado Alejandro Morera Soto por los periódicos de Cataluña, España cuando formó parte del Barcelona con el cuál se proclamó campeón en 1934 y fue el goleador de ese certamen.

La carrera de Alejandro Morera Soto fue brillante, por eso le llamaban también «El Mago del Balón» con un pie pequeño, pero potente, que venció a grandes porteros.

Con 16 años, en 1925 debutó con la camisa de la Liga Deportiva Alajuelense en la primera división en un partido ante la Sociedad Gimnástica Española, y dió los primeros pasos junto con su inseparable amigo y compañero, Salvador Soto Villegas, «El Indio Buroy».

La Plaza Iglesias fue testigo del juego de este talentoso joven, pues cuando jugaba en categoría infantil con los equipos «Italia» y «Gorro Negro» ya destacaba como figura y capitán. Los años de estudio los prosiguió en el Instituto de Alajuela, donde no sólo destacó como buen estudiante, sino también como un gran deportista.

«A Alejandro lo conocí en el Instituto de Alajuela cuando yo entré a primer año, él estaba en tercero. No sé ni porque nos hicimos amigos, y ya después novios. Alejandro era un muchacho serio, sencillo como toda la gente de Alajuela, apegado a su familia», mencionó Julita Pacheco, esposa de Alejandro Morera en una entrevista que realizó en el mes de junio del 2000.

Esa calidad innata lo llevó a muy corto tiempo del debut a cruzar las fronteras costarricenses, puesto que en 1927 actuó para el equipo Centro Gallego de Cuba.

Morera Soto fue pieza vital en la obtención del primer campeonato en la historia de la Liga Deportiva Alajuelense en 1928. En el último partido ante el Club Sport Herediano, LDA ganó 4 goles por 2 para proclamarse Campeón Nacional, donde Alejandro anotó las cuatro conquistas alajuelenses que le sirvieron para ser el goleador del certamen con 26 anotaciones.

Sin duda alguna fue pieza indiscutible del engranaje alajuelense en las giras a México (1931) y Perú (1932) donde recibió numerosos elogios por su actuación, que le abriría las puertas para dar el gran salto en su carrera futbolística, Europa, precisamente, España.

El domingo 19 de febrero de 1933, Alejandro Morera partió rumbo a España, donde el empresario Bernal Alonso y el ex jugador de Orión, Ricardo Saprissa, testigos del juego de Morera, depositaron toda la confianza para que fuese a realizar una prueba con el Real Club Deportivo Español.

El 30 de abril de 1933, vistiendo la camiseta del Real Club Deportivo Español, Morera Soto jugó ante el Real Madrid, dejando muestras de su calidad, al punto que dos cazatalentos del Barcelona lo observaron, y le ofrecieron un contrato por 3 temporadas años y una ficha de 200 mil pesetas.

Fue así como Alejandro Morera, en periodo de prueba con Español, pasa a formar parte del Barcelona con un contrato bastante bueno para los intereses del jugador y asegurar el futuro económico.

Con el Barcelona debuta el 18 de mayo de 1933 contra el Tenerife, en un cotejo que gana el equipo de Cataluña, tres goles por uno, con dos anotaciones del costarricense, que acaparan elogios para ser denominado la estrella del club catalán.

Ese mismo año, en setiembre, Alejandro juega ante el Real Madrid, donde perfora la meta del mejor portero del mundo de ese entonces, Ricardo «Divino» Zamora. Sin embargo, esto no fue suficiente y el Barcelona perdió el cotejo dos goles por uno.

Al finalizar el contrato con el Barcelona, Morera tenía un título de campeón y de goleador (1934). Aunque la gente del club catalán no quería que se marchara, se dio su traspaso al Hércules de Alicante, recién ascendido a la primera categoría.

En la primera campaña del Hércules en la primera división española y contando con los servicios de Morera, finalizó en la segunda posición, pero la guerra civil  en España obligó al costarricense a regresar a nuestro país.

El conflicto ocurrió cuando «El Mago» viajó por Europa con sus ex compañeros del Barcelona y grandes amigos de toda la vida, Emil Berkessy y Mario Cobanés. Regresó a España pero no pudo retirar los ahorros del Banco, por lo que escondió en un baúl el poco dinero que le quedaba pero a la hora de abordar el barco para salir de España, el baúl quedó atrás.

Ante la necesidad de regresar al país y sin dinero, Morera jugó dos partidos con el equipo francés Havre para poder regresar a su querida Alajuela.

«Regresó un 2 de noviembre de 1936, era un día de difuntos pero aquí fue un día de fiesta. Toda la gente se volcó a esperar a Alejandro, se cambió por completo el día dedicado a los difuntos», recordó su esposa Julita el retorno de Morera.

Ya en Costa Rica continuó la brillante carrera futbolística con la Liga Deportiva Alajuelense, a la que guía a otro campeonato nacional, en 1939, marcando en el juego final ante Herediano tres anotaciones.

En 1941 celebró nuevamente el campeonato en la función de jugador y técnico, donde además el cuadro alajuelense estableció un récord, al ganar el título en forma invicta. Morera celebra el último título de campeón como jugador con el equipo de sus amores en 1945 cuando también cumplía con las labores de director técnico.

Con los tacos y la vestimenta rojinegra, prosiguió hasta 1947 y el 6 de abril ante el Municipal Lima se retiró como jugador activo, pero continuó como entrenador hasta el 7 de marzo 1949.

Alejandro Morera Soto nunca se desligó de la institución a la que siempre brindó ayuda y colaboración.

Ingresó a la Galería Costarricense del Deporte en 1969, siendo del primer grupo de deportistas costarricenses que recibieron este homenaje.

Hoy, el estadio de Liga Deportiva Alajuelense, lleva su nombre, Alejandro Morera Soto.

Morera Soto murió el 26 de marzo de 1995, pero también su corazón permanece en el estadio, en la gradería de sombra este, donde se construyó un mausoleo para rendir tributo al más grande futbolista de la Liga Deportiva Alajuelense.

Fuente: Liga Deportiva Alajuelense.